La contradicción, del latín contra dícere, decir en contra, es siempre un hecho relacional entre dos pensamientos o lenguajes contrarios, nunca entre dos realidades, porque, como decía el Maestro estagirita: Nada puede ser y no ser a la vez bajo el mismo aspecto. Pero cuando hablamos de contradicción metalógica, se trata de una contradicción aparente entre dos lenguajes que pertenecen a distintos niveles, como cuando digo: "yo siempre miento". Realmente no me contradigo porque, al decir esto, no me puedo referir también a la proposición entre comillas. Como decía Wittgenstein, ningún lenguaje se autodesigna. Para hacerlo tendría que construir otro lenguaje, que ya sería metalenguaje.
"La contradicción metalógica es solamente una confusión lingüística."